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Magníficas montañas y un paraíso invernal

Te damos la bienvenida a Ginebra, en Suiza. Al hablar de Suiza, solemos pensar, por un lado, en su neutralidad política y su papel en la diplomacia internacional y, por el otro, en su espectacular naturaleza. Ambas ideas son particularmente correctas en relación con Ginebra.

A pesar de ser la segunda mayor ciudad de Suiza, Ginebra tiene apenas 200.000 habitantes. Situada a orillas del lago homónimo, la rodean por tres lados las preciosas montañas del macizo del Jura, incluido el emblemático y mundialmente conocido Mont Blanc, el pico más alto de los Alpes.

Cuesta describir la belleza de Ginebra y sus alrededores, pero baste decir que merecen muchísimo la pena y están en las listas de deseos de muchos viajeros. Si te gusta la montaña, el esquí o el snowboard, pocos destinos pueden competir con Ginebra, a un tiro de piedra de maravillosos paisajes y las mejores estaciones de esquí.

Chocolate y pintorescos pueblos alpinos

En este paraíso alpino tienen su sede numerosas organizaciones internacionales, entre ellas la Cruz Roja Internacional y varios organismos de las Naciones Unidas. Ginebra es, además, uno de los principales centros financieros del mundo, y en las calles se percibe mucha vida cultural y de barrio. Es una ciudad preciosa, con un coqueto casco antiguo, ambiciosos edificios de arquitectura moderna y un sentimiento de orgullo palpable en sus limpísimas calles.

Y luego está la comida, el vino y la repostería, que son imbatibles. A fin de cuentas, estamos en Suiza y ningún foodie que se precie les haría ascos a los deliciosos chocolates típicos del país. Recomendamos las visitas guiadas con degustación incluida, sobre todo en el caso del chocolate. Y mejor consultar con guías locales, porque, con tantas opciones, y todas tan increíblemente deliciosas, cuesta decidirse.

Para completar la visita, recomendamos al menos una paradita en uno de los preciosos pueblos de las costas del lago de Ginebra. Imagina todos esos estereotipos de los Alpes que has visto en las películas: estos pueblos no te defraudarán. A la gente de Ginebra le dan igual tus preferencias o creencias: te acogerán con los brazos abiertos y disfrutarás de una ciudad preciosa, casi utópica.